ni de la voluntad de la carne, ni de la voluntad del hombre, sino de Dios” (Jn. 1:12s). Primeramente, el antecedente de lo que reciben es Jesucristo, a quien Juan había calificado como el logos (palabra) de Dios. Volviendo a 1 P. 1:23, el sperma incorruptible era esa Palabra de Dios que nos hace nacer de nuevo (ἀναγεννάω – anagennao).121 Entonces cuando uno recibe por fe esa semilla, nace de nuevo o de arriba. En segundo lugar, “creer en el nombre de Jesús” es la clave interpretativa de ese “recibir
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